viernes, 26 de abril de 2013

Las diversas maneras de ser un padre ausente

La figura paterna aporta mucho a la construcción sana de la personalidad y sexualidad de los hijos. Pero ¿qué sucede cuando el padre existe, pero nunca está presente? Hoy, en Era Tabú, el Dr. Fernando Maestre hablará sobre las diversas maneras de ser un padre ausente.

La figura del padre en el niño y el adolescente es importante porque el papá es el transmisor de la ley. El padre es quien indica el camino de la ética y hasta dónde debe o no llegar el hijo. 

En el caso de niños menores de 10 años, el padre es el responsable de enseñarles a tomar una distancia de la madre, pues el excesivo apego a la mamá puede ser perjudicial. 

En el caso de los adolescentes, la figura paterna se encarga de enseñarles el camino del enamoramiento, cómo tener cuidado con el exceso en el campo de la sexualidad y a ser responsable. 

Los hijos que crecen sin un padre presente se enfrentan a la figura del padre ausente y consiste fundamentalmente en la falta de dedicación del padre a la educación de los hijos, independientemente de si está presente dentro del hogar. 
 
Padre ausente es, por ejemplo, aquel que se ha convertido en una figura casi fantasmal, ya sea por el escaso tiempo que pasa con los hijos o porque es un hombre dejado de los deberes como padre.

Una forma de ser padre ausente es ser un padre celoso y persecutorio de los hijos. En este caso el hombre no actúa como papá sino como un policía controlador de hijos. Los niños o adolescentes no sienten la figura paterna sino más bien una figura represora. 

Otra forma de ser padre ausente es ser un padre paranoico. En este caso el hombre desconfía de todo lo que hacen sus hijos. En el caso de la hija adolescente puede llegar a acusarla de ser promiscua, a pesar que ella no dé razones para la desconfianza. En cuanto al hijo varón, el padre paranoico lo puede llegar a acusar de ser homosexual sin motivo alguno.   

El padre ausente también puede ser aquel que está como pintado en la pared. A pesar de estar presente dentro del hogar, este hombre prefiere delegar su labor de padre a la mujer y dejar que ella se encargue de todo.    

Finalmente, otro caso de padre ausente es el hombre infiel. Este hombre puede vivir bajo el mismo techo con los hijos pero su atención solo está dirigida la amante. Los hijos perciben y crecen con la idea de que papá prefiere ser hombres antes que padre. Además, los hijos crecen con una idea distorsionada del amor de pareja y esto puede llevar a que de grande no sepan amar a su pareja como corresponde.

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